(03/05/2020)
hay tanta distancia en nosotros que nos somos desconocidos. estamos tan escindidos de nosotros mismos que todo el tiempo nos buscamos proyectados en los demás. o sea, que ese otro capta mi atención no por su singularidad sino porque veo algo mío que no tengo. es muy difícil conocer al otro verdaderamente, darle espacio a él mismo, darnos el espacio de él mismo sin antes reconocer qué carencias me representa y que ausencias le estoy proyectando.
En tiempos
de redes sociales, de fotos de perfil, de oceánicas cantidades de imágenes
planas, estemos atentos a la fascinación porque esos no son ellos sino un
simple, pero no poco complejo, espejo.
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