Diario 2


¡Próximamente!



 El opuesto al Amor no es el Odio. El Odio es un sentimiento
alquimizable. El opuesto al Amor es el Miedo.
El Amor expande. El Miedo contrae, apaga, enfría,
reseca, duele, aísla, adormece, mata.

Fragmentos

31/05/15
Infiernos

Cuando uno crece lo hace proporcionalmente hacia arriba y hacia abajo.
O sea que a medida que elevamos nuestro espíritu vamos habilitando nuevos demonios.
Dicho de otra manera, a medida que aumenta el nivel de luz de nuestra alma, nuevas oscuridades la ensombrecen. A más cerca del cielo es más profundo nuestro infierno.
Por esto es que el camino de crecimiento es eterno, porque siempre tenemos nuevas oscuridades que enfrentar. Y que la necesidad de vencerlas nos lleva a crecer de manera ascendente. Y cuando creemos que ya está, la oscuridad mutó de la manera que menos esperábamos y todos volvemos al ruedo.

Todo evoluciona simultáneamente tanto para arriba como para abajo. En el afuera como en el adentro. Entonces para mí, la luz y la sombra, los ángeles y los demonios sirven a un mismo Dios, nuestro Sentido de Vida.
Creo que el cielo y el infierno muy en el fondo, allá lejos, son la misma cosa y ¿por qué nos da tanto miedo reconocer ese costado nuestro? ¿Será que nos educan equivocados al respecto? ¿Por qué creemos que sombra y oscuridad son sinónimos de malo? ¿Tan fuerte y paralizante es el miedo a sentir que somos malos al punto de negarlo absolutamente? ¿Tanto es lo que tenemos que sostener? ¿Tan malos, tan sucios podemos sentirnos como para negarlo poniendo en riesgo nuestro destino?

Bien, Mal.          Bueno, Malo.          Dios, Diablo.          Infierno, Paraíso.

Ahora pienso...
“El Paraíso o el Infierno son ahora, acá, en vida”.
“La promesa del Paraíso y la amenaza del Infierno cuando te mueras (motores del Sistema) no sirven para nada. Ambas te condicionan el presente”.
¿Garpa vivir así?

Te sugiero que dejes de leer, me sugiero dejar de escribir, y que miremos ahora mismo alrededor. Eso que nos rodea, nuestro micro entorno, es el Paraíso. O puede ser nuestro Infierno. No hay otra. Y el laburo de que sea una u otra cosa es solo nuestro. Lo que construyas a tu alrededor es lo que vas a ver a la distancia. Como veas tu micro entorno es cómo vas a ver el afuera. Como vivas tu micro mundo es cómo vas a vivir la realidad exterior. Lo que dejes de ver en vos te va a ir alejando paulatinamente de tu plenitud, o sea del Amor, más allá de lo que te prometan otros.

Ambos lados se necesitan mutuamente y de igual manera. Uno no pude ser sin el otro. Pro-por-cio-nal-men-te. No busquemos eliminar ninguno.

Y como somos tan bellamente universales, parte de este misterio de la creación, porción de universo, es que adentro nuestro convivimos permanentemente con ambos. Eso somos. Luz y Sombra. Cielo e Infierno. Nos guste o no.

Los textos que siguen reflejan contenidos internos y costados oscuros que también son parte fundamental de mi camino de crecimiento, que sigo laburando a cada segundo y que desde su lugar de obstrucción, también son parte de mi camino hacia el Amor.

Porque otra de las cosas que me di cuenta, es que si me seguía haciendo el boludo y me desentendía del pedazo de Infierno que me habita y de que todo eso también es parte de mí, el más perjudicado termino siendo yo. Y que yo sepa, por lo menos por ahora, vida hay una sola.
Ahí voy...


30/07/15
¿La otra mitad?
Ego

¿Qué decimos cuando decimos: Quiero que muera por ; Quiero a alguien que me ame como nunca, que me quiera, que me sea fiel, que no me engañe, que me haga feliz y me dé todo?
Decimos, en resumen, ¡Quiero seguir estando solo!
Bastante lejos del Amor, lo único que estamos buscando es tapar algunos viejos huequitos para dejar de sufrir y que nos duelan menos.
Cuanta soberbia creer que en el mundo hay alguien caminando que va a destinar su existencia a tapar todos nuestros huecos emocionales y curar nuestras heridas. ¿Tan importantes nos creemos?

A ver… Demos vuelta la historia por un rato para ver qué nos pasaría a nosotros. Pongámonos en el lugar de esa otra persona cuando se encuentre con nosotros ¿No saldrías corriendo espantado casi asfixiado?
Mmm… creo que sí.
O veámoslo desde otro lado: Una persona llega a nosotros y sentimos adentro, en lo más profundo de nuestro ego, que cubre con todas nuestras expectativas y casi todas nuestras necesidades. -¡Genial! ¡Nos re Amamos! ¡Es lo que siempre busqué!- Pero al tiempo nos damos cuenta que él trae sus propios dolores y necesidades, y buscaba que nosotros lo curemos y le demos todo. ¿¡Qué hacer!?
-¡Noooooo! ¡No puede ser! ¡Era tan perfecto! Al final no éramos el uno para el otro- y no me digas que no es una frase recurrente.

Desde ese momento una nueva frustración se suma a la lista de requisitos para ser mi persona indicada, que con cada nuevo intento se hace más larga y estricta haciendo que esa persona sea cada vez más imposible y más lejana. En realidad Inexistente.

En fin… ¡cómo nos aleja del Amor esta confusión! ¡Sí! Confusión.
Sin embargo la seguimos creyendo y sosteniendo más allá del dolor que nos sigue causando porque en muchos casos nos dan la sensación novelera de una vida intensa, trágicamente amorosa y previamente destinada a padecer la soledad eterna para nadar en sufrimiento de por vida. Jeje… en el mejor de los casos.
¿Y saben qué? ¡¡¡Eso nos Excita!!! ¡¡Nos calienta más que encontrar el Amor!! ¡Por eso sostenemos la confusión! Y no me digan que no. Nos hace sentir que tenemos vida, que sentimos algo, que nos pasan cosas por dentro, que le importamos al resto y que así podemos obtener energía de nuestro entorno, una atención del afuera que de otra manera no resultaría. ¡¡Pobre!! -pensarán de mi- ¡Debe tener mucha suerte en el Juego!

Lejísimos del Amor… y de cualquier otra persona, por supuesto.

Es fuerte aceptar que a veces solo buscamos esta sucesión de dolores y desencuentros, y que encontrar el Amor nos dejaría sin libreto para seguir caminando. No es tan loco lo que digo. ¿Qué haríamos entonces si realmente amáramos? Tendríamos que Dar desinteresadamente y dejar de recibir de los otros esa energía enfermiza que nos encanta confundir con afecto. ¡No, gracias! ¡Quejarme y sufrir me vincula más con el resto, que Amar!
¡Sincerémonos por favor! Lo necesitas vos y lo necesitamos todos. Dejémos de mentirnos.

Ese otro se va a cruzar en tu vida sin que lo esperes para que descubras eso que hasta ahora te es un poco desconocido. Eso que nunca sentiste y que te va a descolocar más allá de que hagas fuerza por sostener cada punto de tu listita de requisitos y la imagen del ideal que a esta altura ya es un Frankenstein.
Fijate porque ese otro seguramente no corresponde a tus parámetros actuales de belleza y Amor pero puede estar rondando cerca tuyo, y que cada vez que te mira a los ojos sentís que te prende fuego la listita dejándote tan al descubierto que te sentís desnudo. Ni hablar de cómo se te erizan los pelos cuando solo te pasa cerca.

Si esto te pasa o te pasó alguna vez, ahí estuviste un poco más cerquita de conocer el Amor y enamorarte. Entonces andá y hacé algo ya.
Si no, por ahí lo tuyo es estar solo. Entonces aceptá tu egoísmo de una vez y dejáte de joder.


05/06/15

Violencia

¿Por dónde se empieza? Esa pregunta no sirve para nada. Todo empezó hace incontables milenios con el Big Bang que, dicho sea de paso, para que todavía esté en expansión, chiquita explosión violenta tuvo que haber sido.
Los orígenes son violentos, todo lo que renace necesita ser violento. Necesita abrirse paso sobre lo dado y atravesar todo tipo de obstáculos sino muere en el intento. La naturaleza es violenta, nacer es violento, entrar en el canal de parto es violento, y esta época, esta actualidad es violenta más allá de nosotros.
Cambio de era, ruptura de todas las estructuras milenarias que nos sostuvieron hasta acá. Solo un acto violento puede llevar a cabo el primer paso hacia la construcción de lo nuevo.
No es casual que no nos soportemos los unos a los otros.
Estamos en un sistema violento que lo defendemos y sostenemos con uñas y dientes. La vida está violenta y nos violenta. Lucha descarnada por subsistir a cualquier precio. Y nuestro cuerpo, materia y energía en movimiento y expansión, es receptor de esa violencia. Y el cuerpo la absorbe. Mi cuerpo la absorbe y la retiene. Se acumula y se resguarda entre las fibras porque está Mal que se manifieste. Porque no hay un solo espacio donde pueda salir libremente. Y eso la retroalimenta y la transforma en incontrolable. A mi violencia y a la de afuera. Todos tenemos ese depósito en algún lugar nuestro.
Y hoy el afuera te pincha y te pincha, insiste e insiste, la alimenta y alimenta. Y no sabemos qué hacer o cómo hacer con eso que ya es una olla a presión a punto de hervir.
Entonces no nos quejemos si explota, si leemos que en otro ya explotó. Es parte de la lógica del sistema que alimentamos.
Todas las artes que apuntan a la relajación no pueden combatir la violencia. Es un engaño. No pueden canalizar y re direccionar toda la violencia que absorbemos a cada instante. Van por carriles diferentes. Busquemos qué hacer. No demos vuelta la cara. Llamemos las cosas por su nombre. Lo que llegó a nosotros como violencia va a buscar salir de nosotros con las mismas características. ¿Por qué queremos creer que debería ser diferente?

(Sin embargo, creo que no vamos a poder solucionar este tema en esta época porque hay algo que nos excede, que nos trasciende. Y eso nos da culpa, alimento ideal para la violencia)

Si está en el cuerpo debe ser el cuerpo el que la saque. No busquemos negarla o adormecerla. Busquemos qué hacer con ella. Yo, no qué hacer.
Estoy convencido que solo nuestro cuerpo, no el de otro, puede alquimizarla. ¿Tendremos los huevos para crear ámbitos o lugares en donde descargarla de manera consciente y segura para nosotros y los demás? ¡No! Al sistema no le conviene.
Es una pena. Vivimos en un sistema Muy violento. ¿Y saben quién sostiene el sistema? Nosotros.

Igual, con la misma sabiduría de la naturaleza, lo nuevo viene abriéndose paso y va a hacer todo lo que sea necesario para que el universo, interno y externo, siga en expansión.



Este texto es catártico en su totalidad, pero por eso no deja de reflejar un estado casi diario. Por eso está textual. Y si bien cuando lo releo creo que no da publicarlo, acá está. Y no sufrió ninguna modificación.



20/06/15
extra…

…soy una persona sumamente limitada. Con algunas limitaciones físicas, intelectuales, emocionales, limitaciones culturales, sociales, económicas, también espirituales entre otras, que afectan mi manera de vincularme, de desenvolverme en el entorno, en el mundo. Por ende sin duda soy alguien limitado en el Amor.
Por todo eso es que soy un ser humano común y corriente, con las mismas cosas que millones y millones de otros seres humanos. Alguien al que hoy le cuesta serenarse o estar en situación de contemplación pasiva aunque sepa que es lo que necesita, como en este último tiempo.
Tiempo que no se lleva muy bien con la serenidad aunque te la ofrezcan en paquetes de ofertas vacacionales.
Pero acá estoy. Algo quiso que mi época para existir sea esta y más allá que racionalmente no sepa bien por qué, debo transcurrirla lo más consciente que pueda.
¡Quiero Amar! Me di cuenta que solo quiero lograr eso. ¡Amar! Así de egoísta. Aunque me de vergüenza dejarlo entrever creo que en el fondo todos buscamos lo mismo.
Y en este punto algo está cambiando. Porque siento muy a mi pesar que mis limitaciones son las que traen consigo mi nueva hoja de ruta. De esa nueva ruta que, según parece, tengo abajo de mis pies y que por alguna otra limitación aun no puedo divisar. Y no por falta de virtud.

Suena raro. Me suena raro pero insisto. Creo que en todo lo que me da miedo, o me paraliza, o me violenta, o me escinde, o me debilita, o me aísla, o me hace creer que tengo demasiada razón, o que alimenta mi soberbia, o me resiente, o me provoca odio, o cree en el Apocalipsis zombi como única salida, está la info, está la clave para llegar a la llave y a la energía que necesito para trascender todo eso amorosamente. Sino no tendría sentido que todas nuestras limitaciones traten de desviarnos tan groseramente de nuestro Ser durante toda nuestra vida. Es porque lo conocen muy bien y en su raíz son parte de él. Nuestro tan ansiado Ser.

Ahí estoy ahora. Eligiendo ser feliz contra viento y marea porque la felicidad es un combustible que nos pone en movimiento. Pero sobre todo es una elección que no está sujeta a ninguna otra cosa. Es solo una elección. Y yo elijo ser Feliz.

Con la Muerte niño de la mano estamos acá, atentos para avanzar cuando este velo, gris, ciego, opaco que hoy cubre mi mirada, se caiga.
¿Y si no se cae nunca?
¡Qué carajo me importa! ¡Quién me quita lo bailado!



“Lo que lastima no es el Amor, es no saber comprenderlo”
(29/11/13)






Estemos atentos... hay Grietas que te abren la cabeza, el corazón y el espíritu… 
                                             y ahora… a resurgir de las cenizas