sábado, 29 de agosto de 2020

de madrugada

(29/08/20)

Un extraño regalo original que tenemos los seres humanos es el hecho de no tener depredador natural. Al no tener esa amenaza externa jamás desarrollamos el verdadero instinto de supervivencia colectivo que haría que nos viéramos como una única raza y nos defendiéramos y cuidáramos como tal. Pequeño inconveniente ¿no? Pero como somos una raza de todas maneras, los instintos buscan manifestarse inevitablemente. Por eso desarrollamos depredadores y depredados puertas adentro. De la única manera que aceptaríamos unirnos es ante un ataque del más allá así que, hasta que algo así no suceda, seguiremos aniquilándonos entre nosotros sin remedio. Al fin y al cabo, somos más básicos y primitivos que el resto de las razas de que habitan el planeta.




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